Fernando Martínez Sáenz, de profesión conductor, cumple 65 años este martes 1 de octubre… y afronta una nueva etapa vital: la jubilación. Fernando ha sido el chófer del autobús de la Unión Deportiva Logroñés los últimos 11 años. Un hombre de club. Educado, amable, dispuesto. Siempre buenas palabras. De ánimo cuando los resultados no acompañaban, de alegría cuando a su equipo le iba bien. “Me enorgullece que el viaje que cierra este ciclo acabara con victoria en Estella”. Los futbolistas celebraron el 0-1 con él en el vestuario, y le mantearon y le emocionaron: “Me llevo la amistad de los jugadores que han pasado por el Logroñés, así como de los cuerpos técnicos. Todos me trataron fenomenal y sólo puedo darles las gracias a la entidad y a Logrobus por este tiempo compartido”.
Fernando rememora el ascenso a Segunda como su “mejor momento”: “Bajamos a Málaga con toda la ilusión del mundo, y los chavales devolvieron el fútbol profesional a Logroño y a La Rioja dos décadas después. Una pena que coincidiera con la pandemia, pero qué satisfacción más grande verles hacer historia”. De su etapa al volante de la Unión Deportiva Logroñés no guarda malos recuerdos, pese al mal trago del regreso del playoff disputado en Torrent (eliminación ante el Huracán Valencia en 2015 con situaciones cuestionables), sí anécdotas. Como la de una avería que le llevó a coger un taxi a Logroño desde Astorga a las cuatro de la mañana: “Afortunadamente, nunca nos ocurrió nada. El único percance serio fue camino de Ferrol, para otro playoff a Segunda División, en 2022 contra el Villarreal B. Se rompió el alternador del antiguo bus, del negro. El nuevo, el rojo, ya estaba listo para la sustitución, lo recogí para deshacer el camino y retornar a Ferrol”.
Curiosamente, el último viaje de Fernando se produjo en ese autobús negro: “Nos respondió de maravilla, como los chicos en Merkatondoa”. Fernando estima que ha completado más de 150.000 kilómetros con el Logroñés. Algunas temporadas por encima de los 25.000 anuales, otras con menor kilometraje: “Recorrimos toda España: los campos del norte, Galicia, Cataluña, las Castillas, el Levante… muy buenos ratos”. Ahora, la aventura que empezó compaginando Naturhouse de balonmano y Unión Deportiva Logroñés llega a su fin. “Espero y deseo que esta misma campaña se recupere la categoría que no se debió perder. Y desde Primera RFEF, a volver a Segunda. Este club, esta gente, esta ciudad y esta región se lo merecen por nuestro Logroñés”. Ojalá lo disfrutemos, Fernando. Gracias.