Javi Cobo, mediocentro de 25 años de la Unión Deportiva Logroñés, es natural de Torrelavega. Por eso le tocó medirse con el Laredo, el rival de este miércoles en el primer cruce de la Copa Federación nacional, desde las categorías inferiores. “Se trata de una entidad de las de siempre en Cantabria, un conjunto de pueblo que trabaja y hace las cosas muy bien, que tiene mucha gente detrás. Últimamente ha intercalado la Tercera con Segunda B y Segunda RFEF, en el grupo de los equipos vascos. Suelen ser fuertes, aguerridos y correosos, van al choque y a disputar duelos”, analiza Cobo.
Formado en el Racing de Santander, el centrocampista blanquirrojo firmó para la presente temporada procedente de la Gimnástica de su localidad natal: “Me voy adaptando bien a la nueva ciudad, al nuevo club y a las nuevas circunstancias. En el vestuario hay chavales muy sanos, muy buenos compañeros que te ayudan durante el proceso de integración, para que te sientas a gusto”. Eso sí, como buen cántabro ya comienza a echar de menos “el mar”: “Aunque Logroño me ha sorprendido para bien, se ve siempre mucho ambiente y me encuentro cómodo desde el primer día”.
Para Cobo, una de las claves residirá en “la fuerza del bloque”: “Para completar un buen año es fundamental que los futbolistas nos llevemos bien, hagamos piña y busquemos el bien común. Eso se transmite ahora mismo, todos implicados para lograr el objetivo del ascenso”. Después de conquistar el primer título oficial de la Unión Deportiva Logroñés en la Copa Federación autonómica, los blanquirrojos marchan novenos en el Grupo 2 de Segunda RFEF, con seis puntos (una victoria y tres empates): “Sabemos lo que quiere el míster y lo que debemos realizar en el campo, poco a poco vamos construyendo lo que deseamos. A pesar de que fuimos superiores a Barbastro y Egüés no conseguimos los tres puntos, pero eso nos servirá para ir amoldándonos a lo que exige la categoría, más física y con peores superficies en algunos sitios”. De momento, el partido contra sus paisanos del Laredo.