Míchel Zabaco Tomé (Burgos, 6 de febrero de 1989) llega a la UD Logroñés tras haber pasado media vida fuera de su Burgos: Madrid, Almería, León, Cartagena, Ponferrada… Ahora le toca jugar cerca de su ciudad natal, en Logroño, con la memoria todavía reciente de ascender a Segunda con la Ponferradina. Una experiencia, el ascenso, que describe como inolvidable y que asegura le gustaría repetir en tierras riojanas.
– Vienes a jugar más cerquita que nunca de casa (es de Burgos), ¿cómo es tu aterrizaje en la UD Logroñés?
– La verdad que sí que no he jugado nunca tan cerca de casa, lo más cerca había sido en Madrid cuando estuve en el Atlético cinco años, lo demás siempre he estado por el sur y ahora en Ponferrada. Llegar llego bien porque jugué el playoff hasta la última eliminatoria que ascendimos, luego hemos tenido solo dos semanas de vacaciones, he hecho la pretemporada completa, he jugado los partidos, y estoy en forma.
– Toca jugar en el grupo del Norte, en el que no tienes experiencia, ¿con qué expectativas llegas en cuanto al grupo?
– En el grupo sobre todo en la zona vasca no he jugado nunca: he estado en el cuatro, en el uno, parte del dos de este año la temporada pasada… Es un grupo complicado, con equipos que se han reforzado bien, con equipos bien económicamente, con filiales muy duros que se han caracterizado por tener buena cantera. Pero bueno, el Logroñés ha mantenido el bloque del año pasado, con el cual hizo un campañón, que se quedó en semifinales y estoy con expectativas de seguir la misma línea que el año pasado.
– ¿Qué puede aportar Míchel Zabaco en la zaga, en lo personal y en lo deportivo?
– En lo personal soy un chico de vestuario, que nunca ha tenido problemas en ningún sitio de los que ha ido. Y futbolísticamente soy zurdo, perfil zurdo, soy un jugador rápido. Puedo ayudar a mis compañeros y puedo encajar en el estilo del míster, por lo que me han contado.
– Vienes tras un año de ascenso, que imaginamos que quedará para la memoria, y vendrás con ganas de repetir…
– La verdad que ha sido un buen año tanto individual como colectivo: he jugado 31 partidos y sobre todo se coronó con el ascenso. Se me había escapado el año anterior en Cartagena, pero bueno muy contento, es una situación inimaginable para un jugador y que nunca se borra de la memoria. Así que vamos a intentar hacer lo mismo en Logroño, una buena ciudad y sobre todo un buen club, que a todo el mundo al que le he preguntado me ha hablado maravillas.
– El año pasado la UD Logroñés fue uno de los equipos menos goleados, eso tiene que ver con todo el equipo pero siempre se mira a la parcela defensiva y a la portería. En lo que a ti respecta, ¿esas cifras motivan más o un defensa siempre tiene la misma responsabilidad independientemente de las estadísticas?
– Son datos. Sí que es verdad que defensivamente fue un buen equipo, en Ponferrada también encajamos poco. Va sobre todo en la filosofía de equipo, como todos no estén juntos, no vayan al mismo son y no tengan la misma sintonía, es complicado que el equipo no encaje; así que es un poco responsabilidad de todos y de la defensa principalmente.