En sus primeros instantes como entrenador blanquirrojo Mere Hermoso deja varios mensajes claros: ilusión, humildad, personalidad y mucha importancia de la afición. Toca empezar a armar el equipo y Mere confía en el trabajo conjunto con el director deportivo y alienta a ser pacientes.
– Bienvenido a la UD Logroñés, ¿cómo es el aterrizaje?
– Todo ha sido relativamente rápido, pero al final lo que prevalece es el deseo mío por entrenar a un club como la Unión Deportiva Logroñés. Estoy muy ilusionado, con muchísima energía, con muchas ganas de empezar a trabajar, de confeccionar el equipo, y sobre todo de conocer el ambiente de Logroño, de su gente, del club, de empaparme de todo.
– En lo profesional, un nuevo reto: después de la experiencia en Segunda, toca mirar hacia arriba.
– Sí, a todas las categorías hay que tenerles siempre muchísimo respeto: la Primera RFEF va a quedar como una categoría muy fuerte, más que en años anteriores y hay que estar preparado para eso. Tenemos que ir con humildad, pero a la vez también con determinación, marcándonos muy cortos plazos, los inmediatos, los que suponen el famoso “partido a partido”, pero es la realidad la que te acerca a conseguir los objetivos más ambiciosos y en eso estamos.
– ¿Cuáles quieres que sean las señas de identidad del Logroñés de Mere?
– A mí personalmente me gustan los equipos que responden bien ante todo tipo de contextos, quiero un equipo con empaque, con personalidad, que tenga capacidad de adaptación: que si un equipo va a Las Gaunas y se nos repliega que tengamos argumentos para ser capaces de crear ocasiones y dominarlo, pero que también cuando vengan los momentos difíciles el equipo tenga capacidad para defender. Me gustan los equipos que tienen empaque, que son recios, creo que la categoría demanda eso. Y sobre todo a lo que aspiro es que el aficionado del equipo se sienta orgulloso de cómo se esfuerzan nuestros jugadores y de cómo compiten.
– Hablas de la afición, que está ansiosa por tener capitán del barco, ¿qué les dices, qué mensaje de tranquilidad y confianza les transmites?
– Lo único que les puedo decir es que vamos con una ilusión tremenda, que cuando surgió la posibilidad de entrenar a un club como la Unión Deportiva Logroñés no tuve dudas, era el tipo de oportunidad que estaba esperando. He entrenado los dos últimos años en Segunda División pero me parecía un club al que nunca se le puede decir que no. La verdad es que el año pasado estuve por allí (en Logroño), pero por el tema del Covid no había aficionados en los estadios y estoy deseando ver la grada de Las Gaunas con público y ojalá que estemos a la altura de lo que la ciudad, el club y su afición y estadio demandan.
– En el estadio, precisamente, estuviste como rival esta pasada temporada, ¿qué sensación te produce jugar en Las Gaunas como local?
– En realidad hay siempre un componente histórico en el club, a pesar de ser reciente creación, pero a mí Logroño, Las Gaunas, Logroñés me sabe a fútbol y es en lo primero que pienso. Yo he conocido al histórico Logroñés en Primera División y la verdad que me gusta el ambiente. Me hablan mucho de lo que es la afición y tengo muy presente la exigencia que hay pero a su vez tengo una ilusión tremenda y ojalá que con nuestro trabajo podamos hacer el club un poquito más grande.
– Imaginamos que ya estás deseoso de ponerte a configurar la plantilla con el director deportivo, Manu Franco…
– Sí, hay mucho trabajo por hacer, pero con mucha ilusión. Lo más importante es que tenemos claro lo que queremos para nuestro equipo, eso nos da mucha tranquilidad. Y el trabajo que me queda por delante con Manu Franco, y con la gente del club, estoy convencido de que a ir de la mano. Y aunque quizás hayamos arrancado un poquito tarde no hay problema porque estamos a tiempo de todo y vamos a hacer un equipo a la altura de lo que se pide.