– ¿Cómo llegas al Logroñés?
– La verdad que muy agradecido por esta oportunidad que el Logroñés me ha brindado con su gente al mando y con Manu Franco como director deportivo. Con muchas ganas de aterrizar ya en Logroño, con muchas ganas de empezar con este reto ilusionante y sobre todo ambicioso que tiene el club por delante. Y sobre todo con la responsabilidad pero sobre todo con la ilusión de hacer un año bonito, que sea un proyecto que las cosas salgan bien. Que la gente que este año no ha podido disfrutar de su equipo por la pandemia y por diferentes situaciones pueda estar orgullosa de lo que va a ser el equipo a lo largo de la temporada. Y con muchas ganas de empezar a preparar ya lo que va a ser el año.
– Esta pasada temporada conociste Las Gaunas, ¿qué te sugiere volver y tener esta sede como estadio?
– Cuando uno habla de Las Gaunas le viene a la cabeza Primera División, le viene Logroñés en su máximo apogeo, un campo emblemático… E imagino que cuando esté lleno porque nuestros aficionados puedan disfrutar del equipo será un placer disfrutarlo como entrenador local, sobre todo la importancia que tiene el estadio y el club no lo voy a descubrir yo.
– ¿Cuáles quieres que sean las señas de identidad que vas a imprimir tú al equipo?
– Creo que lo más importante cuando se ha vivido un descenso es el aterrizar cuanto antes y ahora centrarnos en desde la humildad hacer un proyecto ambicioso, tener claro que va a ser una competición muy dura por el nuevo formato de competición y la nueva liga creada, pero sobre todo con la ambición de hacer bien las cosas, de ser un equipo que vaya a por los partidos, que desde el principio tengamos en mente que somos unos de los equipos que tiene que estar en la pelea por el ascenso y en la parte alta y que eso tenemos que demostrarlo en el día a día, en el trabajo diario; pero lo más importante es asimilar dónde estamos, lo que queremos hacer, adónde vamos a ir y partir desde la humildad que va a ser la base de todo.
– Hablas de exigencia, por tu experiencia te ha tocado estar en Segunda División con otros propósitos y ahora te toca darle la vuelta también en lo personal y mirar hacia arriba.
– Sí, por supuesto. Llevo una trayectoria relativamente corta como entrenador, este será mi quinto proyecto. Sí que es verdad que los anteriores han sido en Segunda División, pero bueno, al entrenador, al que le gusta entrenar, como es mi caso, que es mi pasión, las categorías te dicen cosas pero no lo es todo. Al final el día a día, el provocar un día a día bueno que es un poco la salud del equipo y sobre todo buscar un objetivo ambicioso que no tiene que ser otro que estar arriba, por supuesto, y la palabra ascenso tenemos que saber convivir con ella y no tenerle miedo; lo afronto con la ilusión, con la tranquilidad y sobre todo la confianza en que vamos a hacer las cosas bien porque desde el club me han transmitido un mensaje muy positivo y con muchísimas ganas de trabajar. Y eso requiere tiempo, pero sobre todo la confianza y la seguridad de que va a ir bien. Al final yo creo que en la vida no hay ni pasos atrás ni pasos adelante, sino retos, ilusiones, objetivos, y en este caso yo lo tengo y tengo una ilusión máxima por arrancar y arrancar bien.
– A la afición que está ansiosa por conocerte, por ir sumando jugadores… ¿Qué les dice?
– Pues que dentro de esta incertidumbre que ha creado este tiempo de momento sin movimientos en el club pues que en el fútbol hay que hacer las cosas con tranquilidad para que salgan bien. Lo que pueden estar seguros es que cada vez que vean a su Logroñés competir tanto como local como visitante van a estar orgullosos porque el equipo va a intentar por todos los medios que se sientan orgullosos del trabajo, intentar ser un equipo atrevido, valiente, bonito de ver, que tenga un juego ofensivo y que todo este año que no han podido ir a Las Gaunas intentaremos recompensarselo con victorias como locales y también con buen rendimiento fuera de casa. Nosotros vamos a intentar hacer todo lo posible para que se sientan orgullosos y disfruten de su equipo