A sus 34 años, Álex Arias es un clásico del fútbol bronce, con más de 300 partidos en el tercer peldaño nacional entre Moratalla, Estepona, Marino de Luanco, el Avilés de su localidad natal, Coruxo y Calahorra. Formado en las categorías inferiores del Oviedo y el Espanyol, llegó a jugar seis encuentros en Segunda División con el Numancia en la temporada 2014-15. Para este curso no le importó bajar a Segunda RFEF con la Unión Deportiva Logroñés: “El proyecto de este club ya es lo suficientemente ilusionante y atractivo por sí solo, pero si encima le añades la ciudad deportiva, las facilidades que te ofrece para los entrenamientos y en el día a día, se trata de una plaza ideal para el futbolista”.
El asturiano es uno de los jugadores más en forma de los blanquirrojos en este inicio de curso, pichichi con tres goles entre Copa Federación (uno al Calahorra, su exequipo) y competición liguera (doblete al Izarra). Suyo fue el primer tanto de la Unión Deportiva en Segunda RFEF: “Fue un gol simbólico, que debió llegar mucho antes por las ocasiones que tuvimos contra el Bilbao Athletic y el Barbastro”. Para Arias, un puntal en la campaña residirá en mantener la solidez defensiva y el acierto en ataque: “Ahora mismo, apenas concedemos y resulta muy difícil hacernos daño. En cambio, generamos mucho arriba, aunque no hayamos marcado en dos choques. Lo preocupante sería no crear oportunidades, pero estamos muy contentos con nuestro arranque”.
Porque el objetivo está claro: “Tenemos que luchar por el ascenso. Institución, aficionados, cuerpo técnico y futbolistas sabemos que hay que subir, de la misma manera que sabemos la presión que conlleva. Aun así, veo como un reto bonito y agradable convivir con esa responsabilidad, es para lo que vinimos todos aquí”. Y en ese “todos” se cimentará una de las claves de esta Unión Deportiva Logroñés: “Disponemos de una plantilla muy amplia y muy fuerte, en la que no se distinguen jugadores claramente titulares o suplentes. Los años se hacen largos, y contaremos con oportunidades a lo largo de la campaña para asumir roles más importantes o más secundarios. Ahí debemos anteponer el bien común para alcanzar el desafío marcado: regresar a Primera RFEF”.
