A veces las ilusiones se cumplen y con la llegada de Diego Martínez (Logroño, 4 de febrero de 1984) al banquillo de la UD Logroñés se unen las ganas del técnico logroñés por dirigir al equipo de su ciudad y de la afición por contar con él al frente de la primera plantilla. Pero en ese tándem también hay una buena dosis de responsabilidad, de ganas extra de trabajar y de agradecimiento, como reconoce Diego en sus primeras palabras como técnico blanquirrojo.
– ¿Cómo afrontas el reto de entrenar a la UD Logroñés?
– Lo afronto con mucha ilusión, con muchas ganas, como algo que quería hace tiempo. También con mucha responsabilidad por asumir el cargo de entrenador en este club, con ganas de hacer las cosas bien desde el principio y trabajar mucho.
– Como riojano y logroñés, ¿se vive diferente asumir este banquillo? ¿Más ilusión y al mismo tiempo más responsabilidad?
– Desde luego que como riojano y logroñés se afronta con mucha ilusión y mucha responsabilidad, sabiendo que el club viene de una temporada dura, que la afición viene de un año duro. Con ganas de volver a ilusionar a la gente con su club, con su ciudad, con su equipo. Y ojalá que conseguir grandes metas.
Está claro que siempre cuando asumes el dirigir un banquillo de tu ciudad pues lógicamente la responsabilidad es mucho mayor, el reto es todavía más grande y sabes que tienes detrás mucha gente a la que conoces y que emocionalmente tienes vínculos con ellos, tanto aficionados como familiares. Con lo cual lo afronto con un sentimiento de orgullo muy grande, de satisfacción, de ilusión y la responsabilidad y las ganas de devolver con trabajo el cariño y la confianza que han puesto en mí y en mi equipo.
– ¿Se puede decir que es un “sueño” hecho realidad dirigir a este equipo o el “sueño” esperas que llegue el año que viene en forma de celebración?
– Sin duda es un sueño hecho realidad. La verdad que siempre nos ha ilusionado este club, en nuestra ciudad, en nuestro equipo. Y tengo ganas de devolver con trabajo, con victorias, con goles, que al final es lo que todos queremos, la confianza y el cariño que me ha mostrado la gente de Logroño y de la Unión Deportiva Logroñés siempre.
– ¿Qué señas de identidad te gustaría que tuviera tu equipo?
– Las señas de identidad hay que ir ganándolas y creciendo en el tiempo. Pero sí que nos gustaría ser un equipo ambicioso, valiente, que quiera ser protagonista en los partidos, que quiera ir a ganarlos desde el principio. Y un equipo sólido, de garantías, que sepa dominar varios registros, creo que en eso puede estar la clave de la categoría de saber adaptarse muy bien a cada contexto, a cada rival, a cada campo y salir victorioso de ellos. Las señas de identidad tienen que ser formar un equipo muy competitivo, identificable y que la gente se sienta orgullosa de él.
– ¿Qué le dices a la afición que ha recibido tu fichaje con entusiasmo y que pedía tu llegada?
– A la afición les decimos “muchas gracias”. La verdad que siempre me he sentido muy muy querido en Logroño y ahora llega el momento de demostrar que ese cariño y confianza era mutuo y devolver con trabajo, muchas ganas y mucha ilusión esa confianza. Y lo mismo con la figura de Carlos Lasheras, al final él ha sido el principal responsable de que me una al proyecto y también me siento muy agradecido a su persona y con mucha confianza de que su trabajo, sumado al nuestro nos va a permitir hacer un proyecto bonito, ganador y que vuelva a ilusionar a la gente.