Sufrido triunfo en Amorebieta (0-1) para seguir con la buena racha

Urritxe siempre es un campo difícil. Hay unanimidad al respecto. Es uno de esos escenarios con protagonismo propio: dimensiones, estilo de juego, etc. Y la Unión Deportiva Logroñés llegaba con la dinámica positiva de cinco triunfos consecutivos, pero con las alertas encendidas.

El inicio no defraudó a las expectativas: la Sociedad Deportiva Amorebieta salió a por todas y en apenas 15 minutos Miño salvó al equipo con un repertorio de paradas de todos los estilos. Intensidad de los azules: “el Amorebieta en su máxima expresión”, como reconocía Sergio Rodríguez después en la rueda de prensa. Sin embargo, a pesar del arreón local, los riojanos aguantaron -Miño mediante- y no perdieron el norte, en un juego del norte total.

Entonces la UD Logroñés buscó sus puntos fuertes: contras rápidas y detalles de calidad. Y Rubén a punto estuvo de marcar el primero, a la media hora de juego, con Saizar fuera de la portería, pero no alcanzó puerta. Pasaban los minutos, y en ese tiempo que se considera clave, en los minutos psicológicos, en el 43, balón en largo de Andy, que controla Olaetxea y fusila al portero azulón. Con la sonrisa del tanto llegaba el descanso.

A la vuelta, más intensidad, partido poco vistoso, pero con mucha actividad: unos tratando de aguantar y marcar el tempo, los locales buscando el empate; y todos, con el corazón en un puño. Así minuto a minuto, jugada a jugada… ¡Y en el último suspiro ese balón que salva Errasti cuando podía ser el empate! Sexta victoria consecutiva, muy sufrida y a seguir creciendo.

FICHA TÉCNICA

SD Amorebieta: Saizar, Arregi, M. Álvaro, Seguin, Zarra (Aldalur, m. 79), Ekaitz, Markel, Gabri (Ekain, m. 63), Remen (Ortega, m. 69), Orozko, Aimar.

UD Logroñés: Miño, Iago López, Caneda, Zabaco, Iñaki, Andy, Errasti, Olaetxea, Rubén M. (David, m. 63), O. Siddiki (Rayco, m. 54), A. Vitoria (J. Sierra, m. 89).

Goles: 0-1, Olaetxea, m. 43.

Árbitro: David Jesús, Pinto Herrera (Colegio Tinerfeño). Mostró cartulina amarilla al local Ekaitz, y a los visitantes O. Siddiki y Olaetxea.

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